Subastan por 40.000 euros un lienzo de un pintor vallisoletano del siglo XVII

Subastan por 40.000 euros un lienzo de un pintor vallisoletano del siglo XVII

Una galería de Barcelona abrirá la puja por la obra de Diego Valentín Díaz, 'Cristo vestido de sacerdote jesuita'


El Norte

Valladolid

Domingo, 3 de marzo 2024

La casa La Suite, de Barcelona, sacará este jueves a subasta 76 lotes de pintura, escultura, mobiliario, objetos de decoración y de plata seleccionados de colecciones privadas, muchos de ellos por primera vez en el mercado. Entre ellos, figura un lienzo inédito de grandes dimensiones del vallisoletano Diego Valentín Díaz, Cristo vestido de sacerdote jesuita adorado por ángeles (óleo sobre tela, 245 x 205 cm.). Se trata de una obra de plena madurez del artista (1586-1660) considerado como uno de los pintores fundamentales del siglo XVII cuyo precio estimado rondaría los 40.000 o 50.000 euros.

El artista, nacido en Valladolid en 1586 y fallecido en 1660, es considerado «el pintor más importante de la escuela vallisoletana en la primera mitad del siglo XVII», como afirma el catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla Enrique Valdivieso González en el informe de 2017 que la casa de subastas adjunta junto a la obra. En el mismo se reseña que «las características técnicas de este pintor se reconocen con claridad en la configuración de la anatomía de Cristo y también en la de los dos ángeles que le flanquean, quienes muestran rasgos dulces, amables, profundamente intimistas. Los detalles de los prolijos bordados que llevan los ángeles en su túnica evidencian también la técnica de Diego Valentín Díaz, quien además de pintor fue también un excelente policromador de imágenes escultóricas».

Tendencia en Valladolid

El modelo iconográfico lo repitió múltiples veces, con variantes mínimas (movimiento de los ángeles, inclusión de cartela a los pies de Cristo, inclusión de dos donantes en oración, o con la monja del Monasterio de Santa Brígida, Marina de Escobar, que recibe su dictado, etc).

Este tema fue tendencia en la Valladolid del siglo XVII y su éxito motivó su prolífica producción que podemos encontrar desde Navarra hasta León, pasando por Ágreda, Madrigal de las Altas Torres, Medina del Campo o Alicante. Incluso fue exportado a América «allende los mares», donde los jesuitas continuaron su misión evangelizadora. «Estamos hablando de una iconografía muy concreta que tiene su origen en la mística vallisoletana Marina de Escobar (1554-1633), en cuyos raptos y éxtasis veía a Cristo, «en su propio rostro y estatura de varón perfecto, de edad de 33 años [...] y en todo esto representaba tanta autoridad y majestad que mostraba ser verdadero Dios como verdadero hombre» (libro I, cap. III, p. 14)», se apunta en el informe del catedrático.

Los mismos padres de la Compañía de Jesús -especialmente su confesor, el padre Luis de la Puente- se encargaron de difundirla a través de la 'Vida Maravillosa' y de los sermones que estos religiosos predicaron a su muerte, a partir de 1633. Esa doble condición, humana y divina, venía definida por la coronación dispuesta por los querubines que le rodean desde la gloria, y adorado por los ángeles que servían también en otras visiones narradas por Marina de Escobar y pintadas también por Valentín Díaz.

Uno de los primeros ejemplos fue el 'Cristo vestido de jesuita adorado por ángeles' que el artista pintó para la iglesia de San Miguel en Valladolid, antiguo colegio jesuítico de San Ignacio, hacia 1615. Precisamente, Diego Valentín Díaz, conoció personalmente a doña Marina a quien retrató en diversas ocasiones.

La obra pone de manifiesto la autoridad del sacerdocio católico y muy especialmente el jesuítico. El hieratismo de Jesús sacerdote no conmueve al espectador, y lo único que transmite es una verdad teológica destinada a la devoción a Jesús, sumo y eterno sacerdote, propagada por los jesuitas y las Madres Brígidas, fundadas por Marina de Escobar.

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