La Guardia Civil denuncia por injurias en las redes sociales a un abulense multado en el confinamiento
La Guardia Civil denuncia por injurias en las redes sociales a un abulense multado en el confinamiento
J. L. R. C. residía a tres kilómetros de Madrigal de las Altas Torres, donde fue denunciado, y dice que iba a cuidar de su padre, que murió veinte días después
Un abulense de 66 años, J. L. R. C., será juzgado el próximo 15 de julio en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Arévalo (Ávila) por un presunto delito leve seguido de injurias, después de que la Guardia Civil de Madrigal de las Altas Torres le haya denunciado tras los comentarios realizados supuestamente contra un agente en la red social Facebook a raíz de la propuesta de sanción que le fue realizada el 25 de marzo por incumplir el confinamiento. J. L. R. C., que en ese momento vivía en Moraleja de Matacabras, a tres kilómetros de Madrigal de las Altas Torres, fue identificado en esta última localidad paseando a su perro.
Según la Guardia Civil, ese día, el 25 de marzo, sobre las 11:30 horas, dos agentes observaron a una persona en Madrigal de las Altas Torres paseando y con el perro suelto en las inmediaciones del polideportivo y las piscinas municipales, por lo que se le invitó a regresar a su domicilio, manifestando la persona que se iría a Moraleja de Matacabras, donde residía, cuando terminara de pasear al perro. Preguntado por el motivo de su presencia en Madrigal de las Altas Torres, manifestó que se había acercado a la localidad para comprar un producto para desparasitar al perro (no mostrando ningún documento acreditativo) y que había aprovechado para sacar al perro de paseo.
Según la Guardia Civil, se le informó de que los hechos serían puestos en conocimiento de la autoridad competente, procediendo a identificar a la persona manteniendo una distancia de seguridad de dos metros y tomando nota de su DNI visualmente a través del salpicadero de su vehículo, no entrando en contacto con él en ningún momento.
«Solo para denunciar»
«En ese instante, la persona denunciada increpa a los agentes en tono de voz elevado, gesticulando y haciendo aspavientos con los brazos, diciendo que no tenemos vergüenza, que es legionario y que nos vamos a enterar, que solo servimos para denunciar y que cuando nos llaman, no hacemos nada. Y dirigiéndose al instructor de las diligencias, le dice 'y a ti te voy a buscar las vueltas, esto no va a quedar así, se ve a enterar todo el mundo y te voy a denunciar'», asegura el instituto armado, requiriendo la persona el nombre y apellidos del instructor, procediendo este a facilitarle el número T.I.P. «En ese momento, el denunciado mete al perro en el maletero y, con tono chulesco y señalando con el dedo índice de su mano derecha, dice 'te vas a enterar, esto no va a quedar así'», agrega la Guardia Civil.
Posteriormente, el instituto armado remitió el 5 de abril una diligencia de indicio al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Arévalo «ante un hecho que podría revestir carácter delictivo por injurias cometido por J. L. R. C, al realizar comentarios en su página de Facebook en los que arremetía con dureza contra los agentes del puesto de Madrigal de las Altas Torres y, en concreto, contra uno de los agentes que le denunció».
Por su parte, J. L. R. C. asegura que el 25 de marzo salió de casa en Moraleja de Matacabras y se desplazó a Madrigal para comprar un producto para desparasitar al perro, porque tenía garrapatas, y también para atender a su padre, de 91 años, que tenía disminuidas sus facultades mentales y vivía solo en Madrigal, ya que la madre del denunciado estaba en una residencia de Medina del Campo. J. L. R. C. asegura que uno de los dos agentes de la Guardia Civil que le pararon adoptó un tono chulesco y que ambos iban a «pecho descubierto», cuando él llevaba guantes y mascarilla, pidiéndole el denunciado que no se le acercara.
«Mano en la pistola»
J. L. R. C. asegura que el agente, con la mano derecha en la pistola, le obligó a montarse en el coche e irse a casa y que su padre falleció el 15 de abril, veinte días después del incidente, solo en casa (cinco días antes había muerto su madre en la residencia de Medina del Campo, al parecer por la covid-19, según el certificado de defunción), y que cuando le avisaron del fallecimiento, no le dejaron entrar en la casa hasta que el médico certificó que había muerto por causas naturales, si bien el denunciado sostiene que su padre podría haber muerto por coronavirus porque era asmático y tenía problemas respiratorios.
Al respecto, el Juzgado Número 1 de Arévalo ha decretado el archivo provisional de las actuaciones por descubrimiento de cadáver, al no resultar debidamente justificada la perpetración del delito.
https://www.elnortedecastilla.es/avila/guardia-civil-denuncia-20200628134054-nt.html
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