Muere el Rey Católico
Una leyenda cuenta que su mal se debió al abuso de un afrodisiaco llamado cantárida
Ignacio del Dedo 11/01/2016
Ctuenta el Padre José de Sigüenza, en su Historia de la Orden de San Jerónimo, que el deseo de Fernando II de Aragón, respecto al fin de sus días, era morir "en la casa de Nuestra Señora de Guadalupe". El Rey llamado el Católico tenía tanta devoción por la santa imagen de la Virgen como confianza en el buen trato que los monjes le dispensarían en el final de sus días. Pero la muerte no entiende de deseos humanos y envió su ángel a encontrarse con el monarca en el camino entre Trujillo y Guadalupe. "El aprieto del mal fue tal que no se atrevió, ni se atrevieron los médicos, a menear sujeto tan delicado, camino tan largo como desde Truxillo a Guadalupe, permitió nuestra Señora llegase a Madrigalejo y se aposentase en las mismas casas que tiene allí el convento, donde sobreviniendo una disentería sobre la fiebre larga y flaqueza, de todo punto consumió lo que quedaba de fuerza y vida... como lo refieren sus historiadores. Dio el alma a nuestro Señor siendo la edad de sesenta y dos años entrado en el sesenta y tres". Era el 23 de enero de 1516. Ya se sabe que alrededor de cualquier rey siempre rondan las fábulas y las leyendas con mayor o menor acierto. Sobre Fernando el Católico , y relacionadas con su muerte, sabemos que su mal postrero se debió al abuso de un afrodisiaco conocido como cantárida. Un producto que se extrae de un escarabajo y que se conoce vulgarmente como mosca española . Se entiende que el monarca tomase esos remedios en su empeño por dar un heredero a la corona con su segunda esposa, Germana de Foix, a la sazón una joven de dieciocho años. La segunda de esas leyendas la tomamos del propio Sigüenza. Al parecer Don Fernando tenía miedo de entrar en Madrigal, lugar de nacimiento del que fuera Obispo de Avila, Alonso Fernández, el Tostado , porque un astrólogo le había dicho que su origen le amenazaba con que moriría allí. No quiso entrar en Madrigal, y vino a morir en Madrigalejo. Nos oculta el Padre Sigüenza que Madrigal de las Altas Torres era el pueblo natal de Isabel la Católica .
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