En 1578 se llevó a cabo la estructuración de los asentamientos en la capital, los cuales estuvieron a cargo de Alonso Martínez.
El emblemático Bosque Cuauhtémoc, ubicado entre la Calzada de Guadalupe y el Acueducto de la capital michoacana, fue un asentamiento indígena nombrado en un inicio como el barrio de San Pedro, una vez que se refundó la ciudad en el año de 1580 durante el cambio del obispado de Michoacán de Pátzcuaro a Valladolid.
Fue a partir del traslado del obispado cuando se vivieron conflictos políticos y personales originados por la lucha de estos poderes encabezados por Vasco de Quiroga y el primer virrey Antonio de Mendoza.
A raíz de este acontecimiento, se iniciaron los trabajos de construcción de la nueva catedral y de los colegios de San Miguel y San Nicolás, entre otros de obras públicas y servicios, por lo que se hizo necesario el envío de trabajadores a quienes les fueron repartidas tierras para habitar el barrio de San Pedro, nombrado así por ser fundado justamente un 29 de junio de 1580, día de ese santo.
En 1578 se llevó a cabo la estructuración de los asentamientos en la capital, los cuales estuvieron a cargo de Alonso Martínez. Para su funcionamiento, el barrio contaba con su cabildo indígena, gobernador y alcalde, entre muchos otros cargos.
A finales de los años ochenta del Siglo XVI los indios fueron retirados del barrio y trasladados a los suburbios de la ciudad, para arrancar un proyecto de expansión territorial en la ciudad. Posteriormente, el ingeniero civil y militar, Guillermo Wodon de Sorine fue seleccionado mediante una convocatoria que emitió el gobierno para realizar el primer diseño en 1859 de lo que sería el Paseo de San Pedro.
No obstante, el militar de origen belga terminó siendo sustituido por ser perseguido durante la invasión francesa. Las pretensiones de convertir aquel sitio en uno de los rincones más atractivos de la ciudad se echó abajo luego de que en sesión de Cabildo en el año de 1856 se manifestara el interés por defender el terreno de San Pedro y se ordenó que sería utilizado en un futuro como paseo donde posteriormente se construyeron 12 casas de campo, alejándose del concepto original.
Con base a ello, hace aproximadamente una década el gobierno municipal ordenó demoler la mayor parte de éstos doce inmuebles que se habían edificado, en la búsqueda de que la capital michoacana contara con un bosque en el que se pudieran adecuar espacios recreativos. Los únicos dos inmuebles que permanecieron fueron cuatro, los cuales fueron utilizados como oficinas operativas de algunas dependencias gubernamentales, como es el caso del Museo de Arte Contemporáneo “Alfredo Zalce”, la Comisión Forestal de Michoacán (Cofom), el Museo de Historia Natural, así como de las instalaciones del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF)Michoacán. Finalmente, en agosto de 2014 se efectuó el trabajo de remodelación más reciente sobre el Bosque Cuauhtémoc, donde con una inversión federal de 10 millones de pesos, se procedió a la renovación del alumbrado, la rehabilitación de las áreas verdes y la construcción de un módulo sanitario.
27 de enero, 2016
Óscar Guerrero/La Voz de Michoacán
El barrio de San Pedro, hoy conocido como el Bosque Cuauhtémoc en honor al último emperador azteca, albergó en 1580 a las familias más importantes de la ciudad; y fue escenario de conflictos históricos durante la incursión española que derivaron en la edificación de la nueva catedral y de los colegios de SanMiguel y SanNicolás, entre otros de obras públicas y servicios.El emblemático Bosque Cuauhtémoc, ubicado entre la Calzada de Guadalupe y el Acueducto de la capital michoacana, fue un asentamiento indígena nombrado en un inicio como el barrio de San Pedro, una vez que se refundó la ciudad en el año de 1580 durante el cambio del obispado de Michoacán de Pátzcuaro a Valladolid.
Fue a partir del traslado del obispado cuando se vivieron conflictos políticos y personales originados por la lucha de estos poderes encabezados por Vasco de Quiroga y el primer virrey Antonio de Mendoza.
A raíz de este acontecimiento, se iniciaron los trabajos de construcción de la nueva catedral y de los colegios de San Miguel y San Nicolás, entre otros de obras públicas y servicios, por lo que se hizo necesario el envío de trabajadores a quienes les fueron repartidas tierras para habitar el barrio de San Pedro, nombrado así por ser fundado justamente un 29 de junio de 1580, día de ese santo.
En 1578 se llevó a cabo la estructuración de los asentamientos en la capital, los cuales estuvieron a cargo de Alonso Martínez. Para su funcionamiento, el barrio contaba con su cabildo indígena, gobernador y alcalde, entre muchos otros cargos.
A finales de los años ochenta del Siglo XVI los indios fueron retirados del barrio y trasladados a los suburbios de la ciudad, para arrancar un proyecto de expansión territorial en la ciudad. Posteriormente, el ingeniero civil y militar, Guillermo Wodon de Sorine fue seleccionado mediante una convocatoria que emitió el gobierno para realizar el primer diseño en 1859 de lo que sería el Paseo de San Pedro.
No obstante, el militar de origen belga terminó siendo sustituido por ser perseguido durante la invasión francesa. Las pretensiones de convertir aquel sitio en uno de los rincones más atractivos de la ciudad se echó abajo luego de que en sesión de Cabildo en el año de 1856 se manifestara el interés por defender el terreno de San Pedro y se ordenó que sería utilizado en un futuro como paseo donde posteriormente se construyeron 12 casas de campo, alejándose del concepto original.
Con base a ello, hace aproximadamente una década el gobierno municipal ordenó demoler la mayor parte de éstos doce inmuebles que se habían edificado, en la búsqueda de que la capital michoacana contara con un bosque en el que se pudieran adecuar espacios recreativos. Los únicos dos inmuebles que permanecieron fueron cuatro, los cuales fueron utilizados como oficinas operativas de algunas dependencias gubernamentales, como es el caso del Museo de Arte Contemporáneo “Alfredo Zalce”, la Comisión Forestal de Michoacán (Cofom), el Museo de Historia Natural, así como de las instalaciones del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF)Michoacán. Finalmente, en agosto de 2014 se efectuó el trabajo de remodelación más reciente sobre el Bosque Cuauhtémoc, donde con una inversión federal de 10 millones de pesos, se procedió a la renovación del alumbrado, la rehabilitación de las áreas verdes y la construcción de un módulo sanitario.
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