Si la recreación televisiva de la vida de su abuela, la reina Isabel la Católica, supuso toda una revolución turística en localidades como Arévalo, Madrigal de las Altas Torres e incluso Ledesma, la nueva entrega inspirada en su nieto, el emperador Carlos V, está pasando de momento sin pena ni gloria por las tres localidades salmantinas que fueron testigos de su último viaje camino del Monasterio de Yuste en el año 1556.
Precisamente este fin de semana se cumplirán nada menos que 459 años de un acontecimiento que marcó la historia de Peñaranda de Bracamonte, Alaraz y Gallegos de Solmirón, donde Carlos V pernoctó en las noches del 7, 8 y 9 de noviembre,
respectivamente, y que les ha llevado a formar parte de la ruta de Carlos V junto a otras 21 localidades de Cantabria,País Vasco,Castilla y León y Extremadura.
Tan sólo unas placas de bronce colocadas en la entrada de la iglesia de las Carmelitas, de Peñaranda, y en los ayuntamientos de Alaraz y Gallegos de Solmirón, dan fe de la visita del emperador a estas tierras aunque para muchos visitantes llegan a pasar incluso desapercibidas.
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