La Ruta del Vino de Rueda se extiende a la provincia de Ávila

 

Ocho nuevos socios se han adherido a la ruta turística del Vino de Rueda. Son las bodegas Cuatro Rayas, Mocén y Viñedos Verderrubí, los restaurantes La Botica -una estrella Michelin- y El Astral Abrasador, la empresa de servicios turísticos Buteo Iniciativas Ambientales, la tienda especializada Los Quesos de Juan y la localidad de Madrigal de las Altas Torres (Ávila).

Todos ellos han superado los requisitos que fija el Manual del Club de Producto de Rutas del Vino de España, del cual forma parte la Ruta del Vino de Rueda. Actualmente el número de asociados en esta ruta es de 83 entidades, entre instituciones, administraciones, bodegas, restaurantes, etc.

Cabe destacar que gracias a la incorporación del Ayuntamiento de Madrigal de las Altas Torres, esta ruta enoturística ha conseguido superar los límites geográficos de la provincia de Valladolid y extenderse también a la vecina Ávila. La localidad, capital de la comarca de La Moraña, cuenta con una importante tradición vitivinícola, ensalzada incluso por la literatura, en obras como La Celestina y por autores como Góngora o Tirso de Molina.
Los vinos de Madrigal de las Altas Torres tienen la particularidad de la titularidad municipal de los principales viñedos. Sus bodegas subterráneas se han rehabilitado con fines turísticos y forman parte del patrimonio cultural de la villa. Aparte de su vinculación al vino de la D.O. Rueda, Madrigal conserva un patrimonio histórico y monumental de gran valor, puesto que en la localidad nació Isabel la Católica.

Las nuevas bodegas

Como es lógico, la Ruta del Vino de Rueda continúa atrayendo a bodegas, que constituyen el puntal de su oferta enoturística. Entre las nuevas incorporaciones destaca Cuatro Rayas, cuya historia se remonta a 1935 y que ha logrado convertirse en la más grande de la D.O. Rueda. Concentra el 20% de la producción, con 15 millones de botellas anuales. Sus vinos se comercializan en más de 50 países, entre ellos Japón, China, Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Holanda o México.
Como un gran proyecto enoturístico se incorpora Bodegas Mocén, que recibe al visitante en pleno corazón de Rueda. Una antigua bodega con su patio castellano transporta al visitante a otra época, cuando los carros y aperos eran elementos cotidianos. En 1988 el conocido empresario José Luis Ruíz Solaguren, ya fallecido, adquirió y renovó las antiguas galerías subterráneas, datadas hace más de 500 años, con lo que las bodegas incorporaron un incontestable atractivo para las visitas. Las cuevas, de estilo mudéjar y 4 kilómetros de longitud, se han unido a la tecnología enológica más avanzada para producir vinos de alta calidad. El complejo cuenta, además, con un museo compuesto por una galería de arte con pinturas y esculturas de diversos movimientos artísticos y una biblioteca con 22.000 volúmenes.
En la localidad de Rubí de Bracamonte se enmarca la historia de Viñedos de Verderrubí, la tercera bodega que se incorpora a la Ruta del Vino de Rueda. Un sueño para la familia Pita que, a finales de la década de los 90, decidió volver a plantar viña donde lo habían hechos sus antepasados y, 15 años después iniciaron un proyecto de viticultura que se caracteriza por el cuidado máximo a sus 27 hectáreas de viñedo.


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