17 dic 2012

Paradores

Chasco y recortes en Paradores


ernesto escapa 13/12/2012
La alarma en Paradores, que ahora preside la ex de Rato, saltó hace una semana desde el ministerio de Industria, Energía y Turismo. El de Soria. Resulta que las pérdidas de este año van a ser muy superiores a los 33,2 millones de euros malogrados en 2011, que ya duplicaron el agujero del año anterior. Sin embargo, la retribución de su presidenta, que antes de ser directora de Turismo de la Comunidad de Madrid atendió una tienda de decoración, alcanza los 180.000 euros. También la flota de vehículos para sus nuevas ejecutivas se ha renovado a capricho. En cambio, se liquidó la sede central para hacer caja.
Castilla y León tiene en la actualidad catorce establecimientos de la red de Paradores (dos menos que Andalucía), pero ha asistido en los últimos años al cierre de once. En ese lote, contamos con dos de los cuatro primeros, incluido el inicial, que fue el de Gredos (1928). Tres años después, se inauguró el de Ciudad Rodrigo. No debe olvidarse que el impulsor de Paradores fue el vallisoletano Benigno de la Vega Inclán. Antes de la muerte dulce que presagia el anuncio de cierres estacionales, se despidieron los de Almazán (en la ‘autopista’ del rey Alfonso XIII, entre Madrid y San Sebastián), Medinaceli y Santa María de Huerta, en Soria; Aranda de Duero, en Burgos; Monzón de Campos, en Palencia; Villacastín, en Segovia; Madrigal de las Altas Torres, en Ávila; Fuensaldaña, en Valladolid; y La Bañeza, Riaño y Pajares, en León.
El parador de La Bañeza fue uno de los pioneros, construido en los años treinta según diseño de los arquitectos Arniches y Martín Domínguez. Su decoración, vajilla y mobiliario fueron obra de Zenobia Camprubí, la mujer de Juan Ramón Jiménez, a través de su establecimiento Arte Popular Español. El de Riaño (1951-1969) lo diseñó Julián Delgado Úbeda, a quien homenajea el mirador del Tombo, en Valdeón, obra del escultor Coomonte. El de Pajares (1953) fue construido por Regiones Devastadas, que en esta zona actuó en Villamanín y La Pola de Gordón, y quedó excluido de la red de Paradores en los setenta.
El parador de Madrigal de las Altas Torres sólo abrió para albergar al recién retirado presidente francés De Gaulle en su itinerario imperial por España. En Madrigal había nacido Isabel la Católica. Como era buen mozo y no tenía fácil acomodo, el ministerio de Fraga le hizo una cama a medida, que se fue trasladando de parador en parador, para que durmiera feliz. Pero el récord de fugacidad lo tiene sin duda el parador del castillo de Fuensaldaña, inaugurado por el ministro que dio la muerte de Franco, León Herrera Esteban. Después del piscolabis oficial, nunca se llegó a abrir. Años más tarde, albergaría durante un cuarto de siglo las Cortes de Castilla y León.
En el último lote de Paradores, se esfumaron Laciana y Oña, mientras asistimos a la apertura de Lerma y La Granja y a la remodelación integral de Villafranca del Bierzo, inaugurado hace ahora dos años con el nombre de Antonio Pereira. En la promoción oficial para estos días, han suprimido cualquier mención a Pereira. Ese tipo de zoquetería revanchista (lo que tú pones, yo quito, sin reparar en si tiene algún sentido) ya se aplicó en León al embalse del Porma, bautizado como Juan Benet. Así que habrá que vigilar si persiste el descaro.

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