"De pequeña disfrutaba con mi padre en el tractor": Isabel, una agricultura que ama su trabajo en un pueblo de Ávila
"De pequeña disfrutaba con mi padre en el tractor": Isabel, una agricultura que ama su trabajo en un pueblo de Ávila
Dejó la empresa privada en el año 2012 para coger el relevo de la explotación familiar en la provincia abulense.
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Era el pasado martes, 28 de enero, cuando Asaja en Castilla y León celebraba un encuentro de agricultoras y ganaderas, encuadrado en el marco de Agraria, la feria de la maquinaria del sector que tuvo lugar en la Feria de Valladolid la pasada semana.
Una iniciativa de quilates que perseguía mostrar a los asistentes el valor y trabajo de la mujer dentro del mundo de la ganadería y la agricultura. Cada vez son más las féminas que toman el campo para dedicarse en cuerpo y alma a ello y lo hacen, igual o mejor que los hombres.
Cabe destacar que, en nuestra Comunidad, de las incorporaciones que en los últimos tiempos se están realizando en el sector, el “30% corresponden a mujeres” por el “70% de hombres”. Hablando de explotaciones, de las “60.000 que hay, entre 15.000 y 20.000 son de titularidad femenina”, se aseguraba en la actividad “Mujeres con voz propia” organizada por Asaja Castilla y León.
Una de esas mujeres es Isabel de Castro Zurdo. De 37 años de edad y que siempre ha vivido en Madrigal de las Altas Torres. Hace 12 primaveras decidió dar un vuelco a su vida para coger las riendas de la explotación familiar y dedicarse, en cuerpo y alma, a la agricultura.
A pesar de todos los problemas y de las exigencias burocráticas que tiene que afrontar cada día, ve el futuro con optimismo y reivindica la labor del campo, de donde salen muchos de los alimentos que cada día nos llevamos a la boca.
De la empresa privada, al campo
Su explotación y los problemas
Ella tiene su explotación en una pedanía de Madrigal de Las Altas Torres llamada Villar de Matacabras, todo sin salirnos de la provincia de Ávila. Se dedica al cultivo extensivo de cereales y de remolacha. Entre secano y regadío cuenta con una extensión de unas 150 hectáreas.
“Al sector del campo nos exigen una excesiva burocracia. Ahora, con el cuaderno de campo, cuando se implante, la cosa será peor todavía. Además, aquí también tengo que sufrir mucho la fauna salvaje con plagas de topos y una excesiva población de conejos”, argumenta.
Además de todo esto, por si no es poco, hay que sumarle que el precio de los abonos, de la gasolina para el tractor, entre otros, que “no dejan de subir” mientras que el precio de lo plantado “no lo hace con la misma fuerza”.
“El precio del cereal está de capa caída. Con el comienzo de la Guerra de Ucrania aumentó un poco, pero también lo hizo el del abono. Ahora, el del cereal ha bajado y el de los fertilizantes, por ejemplo, también lo han hecho, pero menos”, asegura.
Nuestra protagonista apunta también “al intermediario” asegurando que “es el que nos fastidia” y no duda en acudir a manifestaciones y tractoradas para “reivindicar y luchar” por lo que es suyo.
La mujer al poder
“Como agricultora nunca he tenido problemas. Sé que es un mundo de hombres, pero todo el mundo me ha acogido muy bien. Nunca he tenido problemas. A veces te ven como un bicho raro o te preguntan si también te subes al tractor de manera irónica, pero nada más allá de eso”, afirma.
A Isabel de Castro Zurdo le tratan tan bien que incluso, desde la cooperativa de Madrigal de Las Altas Torres le propusieron “formar parte del consejo rector”, en algo que ella se tomó como un premio y de lo que está muy agradecida.
“Es muy triste ver que el producto cada vez cuesta menos y que, a nosotros, cada vez nos cuesta más producirlo. Mi deseo pasa por conseguir que esto cambie para continuar trabajando en lo que me gusta y me hace feliz”, finaliza.
Una mujer que ama su trabajo en el campo.



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