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24 jun 2014

Vasco de Quiroga

Vasco de Quiroga
Publicado pormaulopezv

Mauricio López Villers
Vasco de Quiroga.
 
Vasco de Quiroga me parece una figura ejemplar, un modelo a seguir. Nos inspira a la renuncia de la vida mundana para alcanzar la trascendencia, no solo de forma religiosa, sino, que también de forma humana. La calidad humana es algo que actualmente esta en crisis, poco a poco perdemos el tacto humano mi tesis es que este fenómeno se debe a que poco a poco nos alejamos del contacto personal y lo cambiamos por el nuevo “contacto cibernético”.
Aun que este nuevo fe
nómeno se lleva a cabo entre personas se pierde la sutileza de tener de frente a una persona inhibiendo nuestra capacidad de empatía. Vasco de Quiroga fue aquel misionero que decidió humanamente intercedió por los indígenas negando complemente la tesis de Ginés de Sepúlveda, que seguía a  Aristóteles y decía que los indígenas eran esclavos por naturaleza (La Política).

Después de cuatrocientos años se reconoce su esfuerzo y es llevado a Roma para ser beatificado. Fue el primer obispo de Michoacán, un testimonio ejemplar en la transmisión de la fe y evangelización en el  Nuevo Mundo
 
Pudiendo tener los cargos que hubiera deseado en la corona española (pues era enviado de la Reina Isabel), eligió por inspiración divina la predicación del evangelio a los indígenas, poco antes que la Virgen de Guadalupe se apareciera a Juan Diego. Se trata de un abogado humanista del siglo XVI, nacido en Madrigal de las Altas Torres, en la región española de Castilla la Vieja, un letrado que se formó en la
Universidad de Salamanca, que de auditor pasó a juez y decidió embarcarse hacia  América para ejercer su profesión, seguro de hacer justicia. Ya ejerciendo en  América como auditor, el papa Pablo III lo nombra obispo de Michoacán, si bien él era un laico. Una persona que creo muchas instituciones, demostró santidad y que debido a su cercanía con la población local tuvo que enfrentar muchas oposiciones, incluida la de un encomendero local.
“Lo que le pasó por la cabeza y el corazón al abogado Quiroga, laico, apenas
conocido su nombramiento como obispo, no lo sabemos, ni tampoco las horas en
oración que habrá pasado antes de aceptar”, comentó en la conferencia el
profesor Arce. Sobre el tema, el arzobispo de Morelia Alberto Suárez Inda, concedió a ZENIT después de su exposición en la Gregoriana, la entrevista que proponemos a continuación. La información de vanguardia con respecto a este tema se encuentra a continuación:
 
 
¿Por qué solo hoy se propone la beatificación de este obispo de México?
 
 
Monseñor Suárez Inda: Empezamos a traer el fruto de años de preparación, es una causa histórica que tiene una mole impresionante de documentos, unos veinte mil folios recuperados y sistematizados sobre su pensamiento. Tenemos que recoger lo esencial, pues si no en Roma no terminarán nunca de estudiarlo. Fundamentalmente por la heroicidad de las virtudes, la gran actualidad de su acción pastoral, su estrategia --diríamos- para transmitir el evangelio, sin obligar sino con los lazos del amor. Supo fascinar a aquel pueblo con su palabra y ejemplo.
 
 
¿A qué punto está el proceso de canonización?
 
 
Monseñor Suárez Inda: Esperamos clausurar en julio el proceso diocesano. Ya está casi todo listo y estamos firmando actas en los notarios. Tenemos dos estudios de los censores teológicos sobre su pensamiento, y de cómo su figura está en el corazón del pueblo; sobre el sentido de su trabajo y de una fe llevada a la práctica.
 
 
¿La inculturación es también un parámetro en la nueva evangelización?
 
 
Monseñor Suárez Inda: Sí, él decía que los indígenas eran como la cera blanca que se puede modelar, no con la fuerza sino con delicadeza. Supo entender la gran capacidad de los indígenas en el arte, la música, la escultura, la organización y el sentido de responsabilidad. Aún hoy en las poblaciones indígenas es un honor tener un encargo en el templo, para las fiestas, en el culto, para renovar las flores, todo esto les llega mucho y son aspectos de la vida social, fruto de una evangelización que no fue un barniz.
 
 
¿Era una figura incómoda? Su actitud despertó reacciones?
 
 
Monseñor Suárez Inda: Estaba el encomendero Vasco de Guzmán que era muy cruel. Vasco de Quiroga tuvo la firmeza de denunciarlo y frenarlo. Claro, esto le habrá traído enemistades y calumnias. Al obispo entretanto le favorecía ser del mismo pueblo de la reina Isabel la Católica, de quien era contemporáneo. También sufrió litigios de límites de diócesis con los vecinos, no por poder sino buscando el derecho y el bien de la comunidad, si bien esto es más polémico.
 
¿Hay alguien que no quiere su canonización?
 
 
Monseñor Suárez Inda: Algunos han considerado que canonizarlo le haría perder su prestigio en el ambiente secular, como que dejaría de ser el benefactor, el defensor de los derechos humanos, pues lo vamos a poner en las nubes. Alguien me dijo lo van a poner en el altar y ya no está al ras de la tierra. Nosotros pensamos en cambio que la santidad humaniza y acerca a la realidad de la gente.
 
¿A nivel popular su persona es conocida?
 
Monseñor Suárez Inda: Por supuesto, especialmente en esta zona, su entonces diócesis de Michoacán que ahora son doce diócesis. Hemos desempolvado y recuperado todos los documentos originales, que confirman la opinión popular, que siempre lo ha considerado un hombre recto. Los indígenas lo llamaban
tata Vasco.















 









 

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