Nido 1

Nido 3

26 dic 2012

La Huella de Isabel I

La huella de Isabel (I)


Testigo de la Historia

César Combarros (Ical) - lunes, 24 de diciembre de 2012

Castilla y León es testigo vivo de la historia. Sus tierras han sido a lo largo de los siglos escenario clave en la evolución de la Península, desde los primeros homínidos que dejaron su impronta en Atapuerca hasta la actualidad. El vasto patrimonio histórico artístico y documental que puebla buena parte de sus municipios se suma a los personajes nacidos en la Comunidad, que con su trabajo y empeño han terminado cambiando la historia de la humanidad.

Sin lugar a dudas uno de ellos fue la reina Isabel I de Castilla, cuyo vínculo con el espacio que actualmente aglutina la Comunidad de Castilla y León va mucho más allá de su nacimiento en Madrigal de las Altas Torres (Ávila) en 1451 y su fallecimiento en Medina del Campo (Valladolid), 54 años después. La itinerancia de su Corte, que recorría constantemente el reino de Santander a Granada cuando la situación así lo requería, hizo que fueran muchas las villas y ciudades donde dejó su impronta, convirtiéndose en testigos de acontecimientos relevantes a lo largo de su reinado.

Arévalo, Burgos, Toro, Zamora, Aranda de Duero, Dueñas, Cervera, Medina de Rioseco, Valladolid, Segovia, El Tiemblo y las citadas Madrigal y Medina del Campo fueron algunos de ellos, como refleja la guía ‘Itinerarios de Isabel la Católica. 15 rutas de una reina viajera’, publicada por el Ministerio de Cultura en 2004 para conmemorar el quinto centenario de su fallecimiento.

Inagotables rutas. En un afán de ordenar parte de su itinerario vital por Castilla y León, la Junta ha puesto en marcha ‘La ruta de Isabel en Castilla y León’, presentada en la reciente edición de Intur con el reto de «aprovechar la trascendencia internacional que la reina Isabel ha tenido en nuestra historia, para atraer visitantes de mercados exteriores en países donde también jugó un papel importante como Inglaterra, Alemania y Francia», en palabras de la consejera de Cultura y Turismo, Alicia García.

La Agencia Ical ha recorrido en tres etapas las provincias que resultaron decisivas en la vida de Isabel la Católica: Ávila, donde nació y pasó toda su infancia; Segovia, donde se proclamó reina; y Valladolid, donde se casó en secreto con Fernando de Aragón y falleció años después tras dictar testamento. El tiempo ha hecho su trabajo y no son muchos los palacios y espacios que permanecen en pie conservando su morfología, pero el calado de su legado permanece intacto, y el cariño de sus vecinos ha resistido el paso de los siglos.

Las recreaciones históricas que anualmente organizan los Amigos de Madrigal, los menús isabelinos puestos a disposición de los visitantes en localidades como Arévalo y Medina del Campo, ejemplos de la revolución monetaria que impulsó con la creación del ducado de oro (un precursor del euro), la contundente apuesta cultural realizada durante su reinado, que abrió el camino a la influencia musical de creadores del norte de Europa, y los rastros arquitectónicos mozárabes que aún preservan artesanos como los nietos de Eulogio Bernardos a los pies del castillo de Arévalo son algunos descubrimientos que aguardan a quienes se presten a recorrer los pasos de una de las mujeres más importantes de la historia universal.

Una vida de película. Buena parte del renovado interés popular por la reina que se ha vivido en los últimos meses es fruto del éxito de la serie de televisión ‘Isabel’, producida por Diagonal TV para TVE, que ha liderado en audiencia la noche de los lunes durante su primera temporada. Poco podían sospechar en la productora audiovisual catalana (responsable de series como ‘Amar en tiempos revueltos’, ‘La señora’ y ‘La República’) el éxito que esperaba en 2012 a su apuesta estrella para este año, que recorría los primeros años de la vida de la futura reina, desde su infancia en Arévalo hasta su coronación en Segovia, con Michelle Jenner y Rodolfo Sancho en los roles principales.

Los recortes presupuestarios de la cadena pública confinaron la serie a un cajón (estaba previsto su estreno a finales de enero, tras el desenlace de ‘Águila roja’) sin que se vislumbrase solución alguna con el paso de los meses, hasta que el 26 de mayo Diagonal TV estrenó en un cine de Madrid el capítulo piloto, consiguiendo el interés del público. Su proyección en la gala inaugural del Festival de Televisión de Vitoria (FesTVal) el 4 de septiembre dejó paso al estreno en antena del primer capítulo tres días después, que superó el 20 por ciento de cuota de pantalla.

Desde entonces, su audiencia no ha hecho sino crecer, hasta rebasar los 4,6 millones de espectadores en el capítulo final, y TVE ya ha confirmado que el próximo mes de febrero comenzará a rodarse la segunda temporada, que podría emitirse a partir de septiembre recreando episodios históricos como la guerra de sucesión entre los partidarios de Isabel y de Juana la Beltraneja, la reconquista de Granada, la expulsión de los judíos y los primeros momentos del viaje de Colón.

Buena parte de los exteriores de la primera temporada de la serie se rodaron en el verano de 2011 en la localidad segoviana de Pedraza (en el entorno de las plazas del Álamo, del Ganado y del Ábside, y en las calles Cordobilla, Hontanilla y Real, además del castillo), y dos platós de más de 3.000 metros cuadrados en total reprodujeron el interior de edificios emblemáticos como el Alcázar de Segovia, el Castillo de Arévalo y otras estancias de la nobleza.

La eclosión popular de la ficción ha despertado el interés de los espectadores por conocer de primera mano los escenarios naturales e históricos en los que creció y vivió la reina, y localidades como Medina del Campo, Arévalo o Segovia ya han empezado a notar un importante aumento de turistas interesados en recibir más información sobre la reina. Así, el Ayuntamiento de Segovia se ha sumado a la iniciativa de la Junta y en enero pondrá en marcha su propia ruta, que recorrerá durante dos horas y media los rincones relacionados con ella, desde la Judería hasta el Alcázar.

Una obra de arte. Gran impulsora de todas las disciplinas artísticas, poco después de recibir el título ‘la Católica’ de manos del papa Alejandro VI, el embajador Francisco de Rojas le entregó a la reina un libro conocido como el ‘Breviario de Isabel la Católica’, para conmemorar la doble boda de sus hijos, el infante Juan de Asturias y la infanta Juana, con los hijos del emperador Maximiliano de Austria y la duquesa María de Borgoña, Margarita y Felipe.

El original, conservado en la British Library de Londres, ha sido reproducido en una lujosa edición facsímil por el editor Manuel Moleiro. El manuscrito fue concebido como el más lujoso de los breviarios flamencos y cada página fue magistralmente iluminada por los mejores pintores de Flandes. Entre sus páginas aparece el escudo de armas conjunto de Isabel y Fernando, y se califica a la reina por primera y única vez como divina, una reivindicación que entronca con la Causa de Beatificación de la Reina, que se inició en 1958 en la Archidiócesis de Valladolid. Con ese objetivo trabaja desde entonces la Comisión para la Causa de Canonización de Isabel la Católica, rindiendo tributo a la que consideran «la Mujer del Milenio, influyente en la política, la cultura, la religión y el descubrimiento de América, cuya realidad histórica desmonta toda la leyenda negra posterior».



No hay comentarios:

Publicar un comentario