21 nov 2012

Pepe Lastra

Personalidades destacadas: José "Pepe" Lastra, un inmigrante que hizo crecer a Salta

A pesar de haber nacido en Rosario, Santa Fe Pepe eligió la ciudad de Salta para vivir y desarrollar gran parte de sus principales logros
 
 
SALTA.- Poítico, militar, futbolista, actor, empresario, cónsul, fundador de monumentos y plazas; José Antonio “Pepe” Lastra González, no dejó nada por hacer en su vida, y hoy a sus 91 años, en una charla intima, Pepe cuenta por primera vez ante un medio todos los secretos que se ocultan tras una vida tan intensa y ejemplar.

A pesar de haber nacido en Rosario, Santa Fe, por las venas de Pepe corre sangre española, pues su estirpe es de Asturias. Pese a ser un enamorado de sus orígenes, Pepe eligió la ciudad de Salta para vivir y desarrollar gran parte de sus principales logros.

En 1946 fundó junto a otros, en Deheza, Córdoba, la Aceitera General Deheza S.R.L, y siendo parte de esta empresa, Pepe llega a esta ciudad para hacer estudios de mercado y la apertura de una nueva sucursal. De esta manera, por motivos laborales Pepe arriba a nuestra provincia, y así fue como desde entonces ha considerado a Salta como su hogar.

Siendo una persona como pocas, a Pepe no le faltan anécdotas, pues tiene historias de todos los tiempos, en todos los escenarios y con numerosas figuras, entre las que se encuentra el mismísimo Juan Carlos de Borbón con quien cultivara una estrecha amistad.

Su casa es un reservorio de tesoros, fotografías con personalidades que hicieron historia, cartas enviadas y recibidas con distintas autoridades de afuera y dentro del país, como así también recortes relatando algunas de sus vivencias más significativas. Las paredes de su casa exhiben orgullosamente condecoraciones importantísimas otorgadas por el gobierno español. Se trata de las máximas distinciones que puede dar el gobierno peninsular.

Mirando hacia otros rincones vemos diferentes diplomas y menciones de honor, en mérito a su notable desempeño en las distintas actividades que emprendiera. Durante uno de sus viajes a Salta Pepe conoce al Señor Arzobispo Monseñor Roberto Tavella, quien le sugiere ayudar en la construcción de un nuevo templo en Salta, más precisamente la Parroquia Nuestra Señora del Pilar.

Al poco tiempo Monseñor Tavella fallece, pero Pepe que no olvida su compromiso, lleva a cabo la construcción, con proyecto y dirección del arquitecto Mariano Sepúlveda. Y como a Pepe Lastra le gustan los detalles, las cosas bien hechas, a todo gusta darle algún toque español. Viajó a España, visitando en Madrigal de las Altas Torres, provincia de Ávila, el Palacio de Juan II, hoy convertido en Convento de las monjas Agustinas; desde allí extrajo tierra del piso de la alcoba donde nació Isabel la Católica, para ser depositada en esta parroquia. “Humildad y Solidaridad”, son valores inculcados desde su infancia por su padre, valores estos que mandaron permanentemente en la vida de Pepe.

Para él todo lo que hizo fue gracias a mantener estos principios, por encima de todo. Hay algo que es indiscutible y es que Pepe es una de esas personas talentosas, con un talento innato, que logra siempre lo que se propone. Fue Vicecónsul Honorario de España en Salta en 1972, importante miembro de la Aceitera General Deheza S.R.L., ejecutor de una iglesia, la plaza Reyes Católicos, la Plaza España en Salta, además de una plaza con el nombre de “Ciudad de Salta” y del Monumento a Güemes; en la ciudad de Madrid.


Pepe Lastra siempre demostró que estaba hecho para los reconocimientos, haciéndolo también en el deporte y en el arte. En 1954 jugó en el Club de fútbol River Plate y en su faz de actor parte de la compañía de Bernardo de Bustinza. Todos los éxitos logrados por Pepe a lo largo de su vida siempre estuvieron destinados a la ayuda hacia el prójimo y hacia nuestra ciudad. Pepe siempre se caracterizó por ocuparse aparte de las tareas inherentes a su cargo, a contribuir en las necesidades y proyectos de Salta.

Cualquier persona que conoce a Pepe, no duda en afirmar que siempre fue un ser extremadamente generoso, ya sea con escuelas, con clubes deportivos, centros vecinales, con el Hogar de Ancianos Santa Ana o llevando a cabo la materialización de diferentes obras de nuestra ciudad; Pepe Lastra González siempre supo estar presente para siempre ayudar desinteresadamente.
 

 
La Plaza de los Reyes Católicos que todos conocemos y transitamos frecuentemente, sobre la Avenida homónima en Salta, es obra de este hombre y de su amigo y arquitecto, que siempre acompañó sus obras, Mariano Sepúlveda, quien debemos destacar trabajó siempre desinteresadamente. Gracias a un generoso gesto de quien fue en 1975 el presidente del Instituto de Cultura Hispánica de Madrid: Don Alonso de Borbón, Duque de Cádiz es que contamos con el obsequio otorgado a su amigo Pepe y la provincia de Salta una estatua de la Reina Isabel la Católica; hoy todos podemos disfrutarla teniéndola allí para placer de nuestra vista.

 
Cuando le pregunté a Pepe que cosas le dieron más satisfacciones en su vida, él me confesó que, además de haber formado una hermosa familia, el fútbol y el teatro fueron los emprendimientos que le otorgaron mayor felicidad. Conformó su hogar con doña Modesta Isabel Fernández, más conocida como Tita, siendo sus hijos María del Pilar, María Victoria y José Antonio el menor.
 
 
“Siempre aspire a más, nunca me quede quieto, (…) y a pesar de que tengo muchas anécdotas divertidas de este momento de mi vida, de todo lo que viví e hice lo mejor, fue hacerlo de una manera pura, siempre tratando de ser buena persona y haciéndolo honor a mi apellido como me pedía mi padre”.
 

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